En toda la industria el seguimiento de activos es clave en cualquier cadena de suministro que se precie, desde la producción de alimentos o fármacos a la fabricación de alta tecnología, pasando por los servicios logísticos y sanitarios. Tanto si esos activos son personas, materias primas, semielaborados o productos acabados, equipos científicos vitales o envases reutilizables ―de los que se emplean en las expediciones y el transporte―, el seguimiento de activos siempre es importante. La trazabilidad de estos activos permite, a empresas y proveedores de servicios públicos, lograr sus objetivos estratégicos y operativos gracias a la planificación centralizada de activos y a la mayor visibilidad y control que proporciona. En este sentido, las ventajas del seguimiento de activos son sinérgicos, es decir, los beneficios que se obtienen en su aplicación global son superiores a los que se obtendrían de forma separada.